Una de las principales actividades del IV Taller de Entrenamiento de Directivos, fue la realización de un Taller TISP, del que fueron parte tanto niños de la Escuela José Peralta de la ciudad de Manta, como los asistentes al Taller, miembros estudiantiles IEEE de la diferentes Ramas Estudiantiles IEEE Ecuador, formando así equipos con integrantes de diferentes edades.
Desde la organización del Taller, estamos convencidos de haber logrado dos objetivos muy importante:
- Permitir a los estudiantes universitarios poner en práctica sus habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y gestión de tiempo.
- Conseguir que los niños exploren conceptos de ingeniería de una manera poco convencional y muy divertida.
La consecución de estos objetivos se ven reflejados en los siguientes testimonios de estudiantes que jugaron y aprendieron con niños de la Escuela José Peralta de Manta.
Gabriel Aguirre, Presidente de la Rama Estudiantil IEEE ESPE
“El viernes 15 de abril participamos en un taller TISP en la UELAM en la ciudad de Manta, lo realizamos con niños que solo querían divertirse en una dinámica que mezcla el ingenio y la competencia sana. Construimos un paracaídas y una catapulta con diversos materiales y la experiencia que vivimos al compartir con ellos es indescriptible, la sonrisa de un pequeño al realizar un trabajo de ámbito ingenieril te llena de gratificación. Para los niños es un juego, pero sin darse cuenta aprenden que existe un ingeniero dentro de ellos. Nosotros en cambio nos llevamos la gratificación de haber aportado con una semilla de conocimiento, que crecerá en ellos como curiosidad por la ciencia y que en un futuro se convertirá en frutos de buenos profesionales.”
Juan Pablo Saavedra, Coordinador de Membresías IEEE UIDE-Loja
“EL taller TISP, desarrollado como parte del Taller de directivos estudiantiles IEEE Manta 2016, fue uno de los mejores a los que he tenido la oportunidad de asistir, ya que los retos abordados fueron muy interesantes y se necesitaba de gran ingenio para poder resolverlos. Mi experiencia fue muy gratificante, porque al trabajar con dos niñas muy activas, el poder compartir con ellas, tratar de entender su pensamiento, su forma de ver el problema y también que compartan su solución fue muy bonito. Juntos, haciendo un excelente trabajo en equipo, pudimos resolver el problema de la mejor manera, siendo la solución de ellas una de las mejores, dando así a notar el gran ingenio que tienen. Al momento de probar cada una de nuestras soluciones, tanto ellas como yo estábamos emocionados compartiendo nuestro resultado, aunque la verdad el más emocionado era yo… un niño más.”
