La música y su caminar junto a la tecnología: Una breve historia de la industria musical
Origen y Era Analógica
La historia de la grabación y reproducción de audio comienza a finales del siglo XIX con la invención del fonógrafo, el cual constituye el inicio del desarrollo de diferentes tecnologías con el mismo fin.
Una de las primeras grabaciones de audio que tuvo como objetivo la promoción de un artista, es una recopilación de óperas de Puccini lanzadas en el año 1901, interpretadas por el tenor italiano Enrico Caruso, quien fue el primer vocalista de la historia en vender masivamente sus canciones. Durante su carrera realizó cerca de 260 grabaciones y ganó millones de dólares con la venta de sus discos de 78 rpm, los cuales eran construidos con pasta o goma laca endurecida y reproducidos en un gramófono. Diferentes artistas siguieron este paso, y para la década de 1920, mundialmente se habían vendido 104 millones de discos. Así, la industria musical fue creada.
Enrico Caruso, 1901
Esta era continúa durante la primera mitad del siglo XX. En los años 30, el mercado llegó a la clase media con la venta de reproductores de disco a costos accesibles. En la época de 1940 se lanzan comercialmente los discos LP, fabricados de vinilo, material que permite mayor resistencia del disco y mejor fidelidad de audio. En 1958 se comercializa el primer reproductor estéreo que permite escuchar dos canales de audio, expandiendo la sensación de espacio al momento de escuchar música.
Los años 60 presentan la masificación del cassette compacto, que usa un tipo de grabación magnética en cinta. El tamaño del cassette permitió el nacimiento de reproductores más pequeños como el walkman y las radios con reproductor en los automóviles.
Era Digital
En 1970 se patenta el primer sistema de grabación digital – óptica, junto con su sistema de reproducción que usa láser para grabar de forma binaria la información en un material reflectivo, lo cual llevaría a la creación de Discos Compactos o CDs.
El procedimiento de modulación PCM fue el primer método usado para los sistemas de grabación digital. Usando esta técnica, The World Of Stomu Yamash’ta 1 & 2, álbum de 1971 del artista japonés Stomu Yamash’ta, fue la primera grabación comercializada de tipo digital.
El siguiente paso para la industria se enfocaría en la optimización de los formatos en los que se grabaría el audio digital. Varios estándares y métodos fueron desarrollados, cada uno buscando mejorar la experiencia final del usuario. Todo esto lleva finalmente al formato que representaría la puerta a un cambio de era: el MP3.
Era del Internet
En 1992 se formaliza y estandariza el formato MPEG Audio Layer III, más conocido como MP3. Este formato presenta la característica de ajuste de calidad de compresión, lo que permite reducir el tamaño del archivo hasta 15 veces del original, manteniendo una mediana fidelidad, es decir, permite crear archivos livianos de las canciones sin que su calidad sea evidentemente deteriorada. Esta reducción del peso de los archivos, junto con el constante incremento del ancho de banda para la navegación en la red, permitió la facilidad de su difusión a través del internet.
Con estos antecedentes, la industria musical recibió un golpe gigante al tener que enfrentar la popularización de la distribución gratuita de sus grabaciones en plataformas como Napster, que en su breve existencia como un servicio sin suscripción (1999-2001), presentó el mayor crecimiento de una empresa en la historia, distribuyó millones de canciones en formato MP3 que fueron descargadas alrededor del mundo gratuitamente, y se valió de la gran publicidad realizada por los juicios que enfrentó por parte de disqueras, mientras se involucraron artistas y bandas famosas, que se pusieron tanto a su favor como en su contra.
La venta de CDs presentó una pérdida histórica como nunca antes. Este punto en la historia representó un cambio en la percepción del usuario sobre el comercio y consumo de bienes digitales, los cuales pueden ser fácilmente replicados y compartidos sin costo. En base a este acontecimiento, la industria tuvo que redefinirse por completo para adaptarse al mundo actual.
Era del streaming (actualidad)
La venta de discos físicos de formatos anteriores como CDs y LPs se ha convertido básicamente en un mercado para nostálgicos y coleccionistas.
En la actualidad, el modelo comercial de streaming se ha popularizado, siendo este el acceso al consumo de música mediante plataformas en la red por medio de una suscripción. Las plataformas de streaming han crecido rápidamente en popularidad en los últimos años. Spotify tiene cientos de millones de usuarios alrededor del mundo, seguido por otras famosas plataformas como Apple Music, Amazon Music, SoundCloud y Deezer.
Cerca de 60000 tracks son subidos a Spotify cada día, eso es, aproximadamente una canción cada 1.5 segundos. Esto evidencia al internet como una puerta de acceso a contenido ilimitado, y por ende, la variedad musical a la que el usuario tiene acceso también es inconmesurabl. Hoy en día, personas en un determinado país pueden escuchar grabaciones de música producidas al otro lado del mundo sin barreras de disponibilidad o idioma.
En décadas pasadas, el público escuchaba las canciones y álbumes que eran promocionados por las radios locales. No se tenía acceso a un gran catálogo. Hoy, cada persona busca y escucha música por sus propios gustos y preferencias teniendo una biblioteca gigantesca de contenido.
Futuro
Es difícil predecir con certeza a dónde va a dirigirse la industria musical, pero lo que sí es seguro, es que va de la mano con el desarrollo tecnológico, y hoy por hoy, ya podemos palpar varios escenarios que se avecinan.
Tecnologías como el 5G que permiten tener un ancho de banda muy elevado, darán paso al consumo de archivos de audio de muy alta calidad. La música no solo se escuchará en los dispositivos usuales como celulares y computadoras, sino en cualquier equipo conectado a una red de IoT, así, actualmente ya existen electrodomésticos como refrigeradores que incluyen una interfaz que permite conectarse a Spotify y otras aplicaciones.
El uso de Big Data para tomar las preferencias del usuario será expandido, no solo en el sentido de analizar las canciones escuchadas para recomendar una playlist similar, sino realizar un aprendizaje profundo usando información como ubicación, datos de salud, transporte, consumo, etc., para poco a poco ir mejorando aún más la experiencia del usuario.
El acceso a equipos de grabación de buena calidad y software de edición de audio cada vez más económicos permiten la disociación de los artistas con los estudios de producción. Existe ya un nuevo género musical dominado principalmente por jóvenes que crecieron en las primeras décadas del siglo XXI llamado Bedroom Pop, el cual se caracteriza por música compuesta, grabada, producida y promocionada por una misma persona utilizando sus propios recursos.
Podemos atrevernos a hablar incluso de música creada ya no por humanos, sino por inteligencias artificiales, en donde el software es el compositor de melodías, armonías, letras. Existen ya disponibles tracks publicados por IA que incluyen una gran variedad de géneros, desde la música clásica hasta el dance.
Conclusión
Históricamente, el ser humano siempre ha estado ligado tanto a su lado cultural y social como al desarrollo de la tecnología. Es innegable que cada pequeño desarrollo tecnológico en este eterno camino, debe ser considerado como una gran revolución de la industria y de la música misma. Así, el impacto de la creación de un dispositivo, de un estándar o de un protocolo que sea directamente aplicado a la experiencia de crear y escuchar música, puede ser definitivamente un hito que llega a influenciar y definir generaciones enteras.
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