La importancia de la tecnología como herramienta de ayuda psicológica en tiempos de crisis

La emergencia sanitaria del covid-19, ha dejado entrever las flaquezas del sistema político, social y de la salud en general. Tomando en cuenta esto, los profesionales de la salud mental (en este caso), se han dispuesto a utilizar distintos instrumentos, con el fin de atender las necesidades a nivel cognitivo y emocional de la población. Los retos que se han presentado en el país y el mundo, remarcan la vulnerabilidad de las personas en este aspecto, y a la vez en el alcance que tienen los terapeutas con sus pacientes debido al aislamiento. Gracias a la evolución de la tecnología se puede tener cierta cercanía en medio de toda la distancia social.

En vista de la pandemia, el mundo se ha puesto en una situación complicada en la que a diario se evidencia la escasa preparación frente a escenarios atípicos. Esto genera en las personas mucha incertidumbre, impotencia o frustración, por mencionar algunos síntomas. En un contexto donde pulula la muerte, el desempleo y la añoranza por la “normalidad”; los problemas a nivel psicológico se intensifican, y hacen que una atención adecuada se ponga en conflicto. Con todo esto, el sistema de un país debe recurrir a una suerte de adaptación en la que todo pasa a la lógica de lo virtual (terapias psicológicas en línea, llamadas o mensajes). El trabajo, la comunicación, las ventas, el contacto ha pasado a manejarse en un tipo de nube que a más de ser imaginaria se vuelve simbólica, para mantener algo lo más parecido a estar junto a los otros. Lo cual, pasa a un plano importante en la salud, y la ayuda que se comparte por este medio resulta vital.

Los instrumentos utilizados por los especialistas de la salud mental son tecnológicos, la modalidad hace que se mantenga el contacto con los pacientes y que se intervenga en los momentos que se requiera un trato inmediato. El aislamiento crea diferentes condiciones, una de ellas puede ser que; “la vulnerabilidad aumenta, porque el aislamiento también puede significar que los agresores presionen a sus víctimas” (Tipanluisa, 2020). En estos casos, resulta complicado acceder a un tipo de atención, debido a que estas personas se encuentran limitadas a mantenerse con sus agresores, los mismos que impiden el contacto con otras personas o profesionales que les pudieran ayudar. Para este tipo de casos la herramienta propicia es informar a las personas vulnerables que pueden denunciar por medio de la radio, televisión, por números específicos de ayuda, o incluso que traten de dejar señales explicando que existe violencia o abuso, tomando en cuenta el poder de la difusión de información por las redes sociales; pues las circunstancias obligan a ser creativos y tomar en cuenta otras formas de mediación.

Otro escenario posible es que en medio del distanciamiento las personas tengan mucho tiempo libre, lo cual termina cambiando sus hábitos de sueño, alimentación, comunicación y costumbres. O incluso lo contrario, que no se den el tiempo de dedicarse a otras actividades de cuidado o relajación. Existen quienes viven solos y la comunicación es limitada; también donde el ambiente en el hogar es muy caótico. Hogares en los que nadie se habla, ni para discutir, o en los que viven enfermos crónicos que necesitan cuidados especiales. Cada situación por la que pasan las personas durante la emergencia del covid-19, no se debe tomar a la ligera aunque no parezcan graves. Cada una de estas experiencias pueden tener repercusiones graves, a largo o corto plazo, todo esto varía en función del trabajo interno que cada sujeto ha realizado.

Es así que, se apela a que toda la población haga de la salud mental un tema de suma importancia. Se tiene que repensar el mito de que la vulnerabilidad hace que una persona sea débil; puesto que, la situación conflictiva en la que alguien se encuentra la ubica en ese lugar de ser vulnerable, sin embargo no determina que no tenga los recursos mentales necesarios para salir de ese entorno. Y de la misma manera ocurre en cualquier ámbito social. “Ese reconocimiento sirve al paciente como punto de partida para lanzarse a la vida, no le va a ahorrar problemas pero que sí le puede dar fuerza en esa proyección” (Psic. Javier García, 2020). Se propone a la tecnología como medio de difusión de lo importante, es decir, no solo utilizarla para temas de ocio sino sacar su mayor potencial. Se debe hacer de la misma una herramienta de trabajo de la que se puede obtener muchos beneficios. La terapia en línea debe ser ese instrumento al que se acceda sin pensarlo dos veces. Una vez que las cosas empiecen a tomar otro ritmo, lo importante sería tomar en cuenta estas recomendaciones, puesto que las consecuencias en la salud mental de todas las vivencias en la pandemia se irán dilucidando en el transcurso del tiempo.

Trabajos citados

Psic. Javier García. (23 de mayo de 2020). Atendiendo a la emergencia- Tercera Mesa de Diálogo OnLine- “Psicoanálisis en movimiento en tiempos de pandemia”. Obtenido de FEPAL: http://www.fepal.org/es/fepalatendiendolaemergencia-tercera-mesa-de-dialogo-on-line-psicoanalisis-en-movimiento-en-tiempos-de-pandemia-2/

Tipanluisa, G. (07 de abril de 2020). El aislamiento, el covid-19 y la violencia en casa. EL COMERCIO. Obtenido de https://www.elcomercio.com/blogs/informe-judicial/aislamiento-covid-19-violencia-casa.html

Sofía Maldonado Ortiz 

Obtención de certificado de egresada de Psicología Clínica en julio de 2019 en la  Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Con experiencia en trabajo en adicciones, psiquiatría, geriatría, cuidados paliativos, terapia individual y grupal.