El personal de salud constituye la primera línea de cuidado en medio de esta pandemia de COVID-19. Es importante notar que su trabajo de cuidado a pacientes enfermos ha llevado a que miles de ellos se contagien y de los cuales, muchos han perdido la vida. Sobre este punto nace el siguiente cuestionamiento: ¿cómo puede la tecnología intervenir en los diversos escenarios, no solo en esta pandemia, tanto para salvaguardar la vida de los trabajadores de salud, así como también para mejorar el servicio hacia el paciente?

La telemedicina es un concepto muy amplio que implica desde consultas virtuales hasta la implementación de robótica para procesos quirúrgicos. En este artículo abarcaremos ciertos adelantos tecnológicos dentro de este campo que seguramente se convertirán en algo común dentro de las atenciones hospitalarias en un futuro no muy lejano. 

El interés de la utilización de robots durante el brote de COVID-19 en el 2020 ha sido muy grande; su finalidad es simple, el uso de telemedicina como un medio de comunicación y atención de doctores y enfermeras con pacientes. Mientras menos contacto se tenga con el paciente enfermo, menos contagios directos con el personal de salud sucederían, y por consiguiente se disminuye también la transmisión comunitaria del virus. Esto implica más consecuencias positivas, como la disminución de utilización de equipos de protección personal. 

A pesar de que, a nivel general, los robots no han tomado aún un gran protagonismo en hospitales, ya se está desarrollando implementaciones que cubrirían las acciones básicas a realizarse: Comunicación como enlace bidireccional de audio y video entre el personal y el paciente, movilidad de pacientes e insumos dentro de una habitación o entre habitaciones, medición y recopilación de datos clínicos y evaluaciones de signos vitales, manipulación a una precisión centimétrica a submilimétrica tanto de instrumental médico como de agentes tóxicos o peligrosos, y uso de herramientas en general. 

Tele-Robotic Intelligent Nursing Assistant (TRINA)

Un ejemplo de un robot “tele enfermero” en desarrollo es TRINA, el cual es un robot de manipulación móvil con capacidades de telepresencia que está diseñado para permitir que el personal médico realice una variedad de tareas de rutina, como llevar alimentos y medicamentos, mover equipos, limpiar y monitorear signos vitales, mientras se comunica con el paciente.

La siguiente implementación robótica que está siendo reconocida en el mundo de la medicina que un indispensable futuro, es la telecirugía. A la fecha, los robots llamados Zeus y Da Vinci, han sido utilizados alrededor del mundo para realizar miles de intervenciones quirúrgicas. 

Ambos robots usan el mismo principio operativo. Se utilizan en cirugía mínimamente invasiva, lo que significa que el robot realiza la operación únicamente por medio de pequeñas incisiones en el cuerpo del paciente por donde ingresa la instrumentación capaz de cortar, quitar o coser los tejidos. Durante la cirugía, el cirujano se sienta en una consola dentro de la sala de operaciones y maneja las herramientas quirúrgicas del robot. En una pantalla, observa la imagen en 3D que la cámara está transmitiendo a través del cuerpo del paciente y que se maneja con comandos o controles manuales. Entre las principales ventajas de la telecirugía tenemos: recuperación más rápida, hospitalización más corta y costos reducidos, menos pérdida de sangre, beneficios cosméticos, riesgo reducido de infección o complicaciones, la capacidad de realizar cirugía desde un quirófano diferente, entre otras. 

Zeus Robotic Surgical System

Fuera del campo de la robótica también existen otras aplicaciones muy interesantes que nos permitirían crecer en este campo de la telemedicina, como son:

Control Remoto de Unidad de Cuidados Intensivos

La mayor parte del trabajo del intensivista es analizar datos fisiológicos, como electrocardiogramas y lecturas de presión arterial, y coordinar la atención con los cirujanos, médicos de atención primaria, terapeutas respiratorios y otros involucrados en el tratamiento de un paciente. Esa información puede estar disponible electrónicamente, y la coordinación de la atención se puede hacer de forma remota. Asimismo, la activación de alarmas de problemas inminentes mediante algoritmos que lean e interpreten los datos fisiológicos y se envíen al intensivista para que tome acciones. 

Globalización de la Cirugía

Una ventaja de la utilización de robots cirujanos es la posibilidad de la realización remota de la misma. El escenario es el siguiente: un paciente con una condición cardiaca única en Quito – Ecuador debe ser operado por el experto cardiólogo que se encuentra en Londres. Esto implicaría no solo que existan expertos operadores del robot tanto en Quito como en Londres (desde donde se operaría), sino que el enlace de comunicación tenga la mayor confiabilidad posible, un ancho de banda alto para que la imagen se transmita en alta resolución, alta redundancia para que no se pierda la conexión y la mínima tasa de error posible. 

Es importante entender que, en conjunto con el avance a pasos gigantes de la tecnología para aplicaciones médicas, nunca se debe dejar de un lado la humanidad del trato doctor – paciente. Lo más crucial en un tratamiento siempre será velar por la salud de la persona y eso nace de la empatía única de la naturaleza humana que no podrá nunca ser recreada en una máquina. 

Francisco Villacis

Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones de la Escuela Politécnica Nacional. Músico y artista por vocación.