Periodista por un día > Crear video-juegos: una experiencia interior

Publicado el 3 de marzo de 2021

Si bien existen muchos trabajos y profesiones, el desarrollo de video-juegos tiene un aura especial. Gastón Caminiti, desarrollador especialista comparte la historia de cómo la musa inspiradora le convocó para incursionar en este maravilloso mundo donde todo es posible.

La pasión por los videojuegos suele empezar a edad temprana. Como muchos chicos, Gastón Caminiti comenzó jugando en los «ciber», esos espacios responsables de movilizar a generaciones de niños y adolescentes en busca de entretenimiento. “Me gustaría decir que empecé a una edad más temprana”, confiesa Caminiti, profesor universitario en Computación de la Universidad Nacional de Misiones. “Lo cierto es que comencé a desarrollar un amor más profundo por los videojuegos en la adolescencia”, recalca modestamente como si eso fuera poco.
El técnico en Diseño y Programación en Videojuegos de la Universidad Nacional del Litoral, hoy se ha convertido en un reconocido creador de videojuegos, que ejerce en Chatora Games.

Su historia empieza cuando acudía a los cibers para encontrarse no solo con otros chicos y chicas, sino para luchar en comandos de elite y salvarnos de los terroristas, eliminar demonios, construir mundos fantásticos, evitar la destrucción de nuestro mundo o enfrentar monstruos.
Los ciber en Argentina fueron un espacio para juntar adolescentes y en muchos casos eran el lugar donde se producía el primer contacto con internet. Así crecía el amor por los juegos de nuchos jóvenes como Caminiti, principalmente como excusa para desarrollarse socialmente entre sus pares.

En esto coincide con los que Félix Angulo Rasco, doctor en filosofía y letras de la Universidad de Valparaíso, quien estudió en su trabajo qué uso hacen los adolescentes de internet y otras tecnologías dentro del contexto del ciber. Ambos coinciden en afirmar que en los últimos años los cibers siguen convocando, pero con menor fuerza.
Entre las razones de este cambio están en el aumento de hogares en los que hay al menos, un ordenador con conexión a internet, y la facilidad cada vez mayor de contratar este servicio a un bajo coste, por lo que conectarse en casa es más económico que hacerlo en el ciber. Hoy son ya muchos los que cobran por ofrecer sus servicios de conexión. Incluso hay empresas dedicadas a la gastronomía y que han instalado sistemas que permiten a sus clientes tener acceso a Internet, previo pago de su consumo.
Desde la perspectiva del desarrollador, existe una razón adicional para amar los videojuegos: «El videojuego como producto tecnológico es extremadamente particular», y prosigue explicando que esto se debe a que los requerimientos de los otros sistemas suelen ser puntuales, y relacionados con la efectividad de un proceso. Pero en el caso de los juegos el objetivo es entretenimiento, algo tanto complejo como subjetivo.
Concluye afirmando que este tipo de desarrollos “Genera interés por la experiencia, y porque como desarrollador me interesa construir algo que genere una experiencia que entretenga a otro», con lo que nos delata su musa inspiradora: la experiencia usuario.