Las tecnologías que se vienen

Los sistemas inteligentes matarán a la PC actual

Hace apenas unas cuantas décadas que las computadoras comenzaron a tener las características de los equipos modernos. Todo iba bien hasta que los nuevos enfoques basados en inteligencia artificial abrieron un panorama de posibilidades maravillosas pero altamente exigentes para los ordenadores que tenemos. Estamos aguantando el chubasco con servidores en la nube, pero la presión aumenta y todo indica que cambiamos o nos estancamos.

Parece mentira que recién en los 60 apareciera la PC actual en la vida de las personas. Desde ese entonces hemos visto surgir los motores de bases de datos, la minería de datos, la ciencia de datos, incluso la ultima década fue denominada la tercera primavera del deep learning, un área que explota ingentes cantidades de datos para extraer información oculta en ellos de manera astuta y eficiente. Como era de esperar los científicos se entusiasmaron y comenzaron a desarrollar cosas más locas que antes: redes a grandes escalas, paradigmas nuevos salieron como pan caliente y comenzó un aceleramiento sin precedentes en la tecnología.
Pero parte de esta acalorada carrera ahora demanda que mejoremos las cubiertas, el motor y prácticamente todo el auto tecnológico en el que corremos.

Los especialistas ya piden que los desarrolladores de equipos se pongan a la altura de las circunstancias. Hacer funcionar en una PC algoritmos inteligentes, cada vez requiere más potencia y una concepción completamente diferente de lo que es nuestra base de cómputos. En términos de cálculo y potencia, hay prometedores avances basados en el uso de las GPU que darán un respiro… temporal.

En definitiva, ya son muchos los científicos preocupados y que reclaman un giro, un cambio de paradigma que resuelva la distancia cada vez mayor entre lo que se necesita y lo que se tiene disponible en cuanto a equipos computacionales. La solución muy probablemente emerja de alguna nueva concepción física de las PC, un cambio radical. Las redes neuronales figuran a la cabeza de los demandantes. Queda por ver cómo se resuelve el problema, pero lo que es seguro es que pronto tendremos novedades al respecto.

Daniela López De Luise

Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires

Académica coordinadora CETI