Caos y naturaleza humana

Caos, la palabra maldita

La palabra caos flota en el aire de ciertos especialistas, y permanece cubierta de un velo que intimida a quienes no pertenecen a la elite académica, pero los estudiosos advierten que está esencialmente presente en la naturaleza humana y sobre todo en nuestra actividad mental.

Desde ya hace años que en contextos académicos existe la concepción de que el azar es una manifestación de la complejidad de un sistema no trivial. Los científicos Kolmogorov y Shaitin fueron los primeros en relacionar la complejidad con el azar y a éste con el nivel de información, o ignorancia.

Pero el azar no implica indeterminación, sino como plantea Ilya Prigogine, un tipo de comportamiento caracterizado por una sutil relación entre azar y determinismo, donde las leyes del caos se asocian a los sistemas caóticos pero con un nivel estadístico medible. A partir de ello académicos como el doctor Sanchez Medina, especialista en psiquiatría y salud mental, proponen el concepto de «azar determinista» [071]. En su trabajo asocia el sistema consciente e inconsciente de nuestra mente y campos como la física ondulatoria, la física de partículas y otras áreas de las ciencias. Para este paradigma es posible conocer su estado de equilibrio siguiendo dicho principio que combina determinismo y azar. Si el azar permite explicar procesos naturales, coincidencias y principios de causalidad, el “azar determinista” permite designar hechos o factores que operan y configuran un comportamiento psicofísico cotidiano. Une lo impredecible con lo predecible y determinado (con un principio de causalidad). En este rango caen también fenómenos ligados al sistema inconsciente, los paraverbales y extraverbales. Sanchez Medina en su obra declara que los mismos no son extrasensoriales sino sensoriales físicos y que incluso existen casos medibles. También se atreve a dar un paso más allá afirmando que esos fenómenos “paranormales” hasta ahora no han sido cubiertos correctamente por la ciencia tradicional, pero que “son propios del aparato sensoperceptual del hombre y aún del animal”. También opina que muchas veces la ignorancia juega en medio y por ello a pesar de que corresponderían al ámbito de la ciencia, aún permanecen etiquetados como ocultismo y fenómenos mágicos.
Por lo general consideramos ciencia cuando toda teoría pasa a ser leyes comprobables, pero hay que reconocer que la capacidad de comprobación de los científicos tiene que ver con el tiempo. Entonces las leyes actuales como las de termodinámica, son ciencia ahora pero con este mismo criterio antes de su primera comprobación eran una especulación. Actualmente se puede postular, por ejemplo, que el segundo y tercer principio de la termodinámica tienden a la entropía y al equilibrio, pero eso no es contradictorio, no significa que haya una propensión de llegar a lo estático, sino al movimiento para pasar del equilibrio al desequilibrio y viceversa. Entropía, la palabra maldita entonces no sería más que parte de un proceso natural que se halla inserto en nuestro mecanismo mental.

El trabajo original del doctor Guillermo Sanchez Medina:

LINK: https://encolombia.com/medicina/psiquiatria-salud-mental/azar-determinista/el-azar-determinista/

Daniela López De Luise

Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires

Académica coordinadora CETI