Nota Editorial

Chaos, fractals and dissipative structures in language (WOLFGANG WILDGEN)

Nuestro lenguaje es caótico pero con reglas

Desde el siglo 19 los especialistas han tratado de resolver el enigma de cómo hacemos los humanos para comprender lo que decimos. Al principio pensaban que funcionábamos usando un conjunto de reglas bien definidas y con esas reglas generábamos cualquier frase. A esto lo llamaron concepción estructuralista.

Los copos en la naturaleza se organizan como fractales
Figura 1: Los copos en la naturaleza se organizan como fractales

Pero resulta que con el tiempo los expertos comprobaron que nuestro cerebro no es una máquina guiada por una receta rígida previamente establecida, como cuando cocinamos un pastel. Entonces tuvieron que cambiar de opinión. El problema es comprender cómo hacemos para que algo tan incierto, flexible y cambiante como el lenguaje sea comprensible.

Figura 2: Las semillas del girasol se distribuyen como fractal

En el fondo, los científicos hallaron que hay algo generativo en el proceso, pero detrás de todo subyace una naturaleza caótica. Hoy en día hay mucho manejo (poco feliz de la probabilística), pero no alcanza. Así el autor Wildgen encuentra que hay algo llamado dinámica caótica, pero que está regulada, controlada. Ese control consiste en compensar de alguna manera el proceso de cambios. Sostiene que hay una naturaleza destructiva del lenguaje cada vez que nos comunicamos. Cambiamos, o perdemos progresivamente partes de ese lenguaje original. Pero a cambio existe una innovación, una incorporación o extensión de alguna parte práctica del mismo, que luego se vuelve parte del juego de la lengua aceptada por todos. Como el proceso es progresivo se mantiene controlado. El desafío para los que estudian el fenómeno para hacer procesamiento del lenguaje natural, es cómo materializar estos conceptos. La clave la da el mismo autor: combinar caos medido como flujos de energía disipada, el evolucionismo como supervivencia de los modos más usados, y contextos variables. Lo curioso es que el autor remite a fractales como fracción de algo y no como los procesos definidos por B. Mandelbrot. Para este matemático polaco, un fractal es una estructura que se contiene a sí misma de manera indefinida. Esto es, que si cortamos un cuadradito de la figura y la ponemos al microscopio podemos ver la misma figura completa, y el proceso lo podemos repetir indefinidamente.

En cambio para Wildgen, el fractal es una proporción, cuánto se extiende la frontera de un contexto que da significado a una palabra.

Sea como fuera, a pesar de que los conceptos planteados por Wildgen en 1998 han sido superados en algunos aspectos, no es menos cierto que puso la mira cerca de la zona que hoy en día se explora con mucha intensidad: los fractales, la entropía y el caos.

Daniela López De Luise

Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires

Académica coordinadora CETI